Durante la vida surgen dificultades imprevistas a las cuales nos tenemos que enfrentar y procurar superarlas. A veces esta dificultad es irreversible, como puede darse el caso de que se nos diagnostique una enfermedad degenerativa sin cura, como el Parkinson. No podemos cambiar el diagnostico pero podemos buscar recursos que nos permitan convivir con ella. La arteterapia esta probando ser una intervención terapéutica adecuada para afrontar esta enfermedad.
El Parkinson
El Parkinson es una enfermedad del sistema nervioso central, provocada por un déficit de un neurotransmisor, la dopamina, vital para coordinar los movimientos y el equilibrio del cuerpo humano. Este déficit impide la transmisión fluida de los mensajes al sistema nervioso central. Algunos de los síntomas más comunes se presentan en:
- temblores
- rigidez muscular
- la ralentización de los movimientos (se da tanto en los movimientos automáticos – deglutir, parpadear etc., como en los voluntarios)
- anomalías posturales
- bloqueos de la marcha
Una persona afectada por Parkinson puede, por ejemplo, tener la intención de andar pero su cuerpo no le responde. Esto supone una enorme frustración para el individuo. La demencia no es un síntoma definitivo del Parkinson aunque en estados avanzados puede ser más prevalente. Sin embargo desde el inicio de la enfermedad puede haber ciertas alteraciones de tipo cognitivo (dificultades en la organización, planificación, lentitud del pensamiento, problemas de concentración).
Existen varios grupos de medicamentos útiles en el tratamiento del Parkinson que nos permiten controlar bien los síntomas principales. A pesar de ello, desde fuera, la enfermedad de Parkinson puede parecer caprichosa debido a las variaciones en el efecto de los medicamentos a lo largo del día. Este hecho provoca que sus limitaciones sean más, o menos evidentes según el momento. Para preservar su autonomía, el paciente debe realizar todas las acciones que pueda por sí mismo.
El desarrollo de cualquier actividad puede requerir más tiempo de lo común, pero debe lograr una adaptación a su nuevo ritmo, y procurar pedir y recibir ayuda siempre y cuando realmente sea necesario. Los fármacos alivian los síntomas de la enfermedad, cosa que unida a la aceptación y adaptación a la enfermedad por parte del paciente, suele significar que el enfermo puede llevar una vida plena a pesar de estas limitaciones.
El Parkinson no acorta la esperanza de vida. Sin embargo para llegar a convivir con una óptima calidad de vida con la enfermedad se aconseja que la persona siga un tratamiento integral, es decir, tanto farmacológico como no farmacológico. Existe una gama de terapias complementarias y recomendables para estos casos: fisioterapia, terapia ocupacional, hidroterapia, logoterapia, musicoterapia, psicoterapia y arteterapia. Como resultado la persona mantendrá una vida activa y sana física y emocionalmente.
El Parkinson normalmente aparece en personas entre los 50 y los 65 años de edad; y afecta indistintamente a ambos sexos. No se puede considerar la enfermedad aisladamente, debemos tener en cuenta que a esta edad la persona sufre otros cambios en su vida, puede ser que tenga que considerar el final de su vida laboral. Esta sensación de pérdida de sus aptitudes para desarrollar un trabajo puede significar un paso que le obliga a reorganizar su vida.
Hoy en día la sociedad post-moderna no deja un espacio socialmente aceptado para el anciano; se han producido un conjunto de cambios tecnológicos en tan corto período de tiempo, que le han dejado en una situación de inferioridad y marginación por su dificultad para integrarse al mundo futuro. Debido a esta falta de un rol aceptado pueden surgir ciertas cuestiones de difícil solución para las cuales no podemos ofrecer respuestas inmediatas, y que podrían ser tratadas dentro de un ámbito terapéutico.
Arteterapia – metodología
La Arteterapia es una clase de intervención terapéutica de orientación psicodinámica que emplea como método de expresión los lenguajes artísticos. La utilización del arte en este contexto nos suministra una vía de comunicación no verbal a través de la cual la persona tiene la posibilidad de expresarse tanto conscientemente como inconscientemente.
En Arteterapia el proceso creativo y el objeto artístico resultante forman un tercer elemento muy importante en la relación terapéutica, que permite a la persona plasmar sus emociones, sensaciones, y pensamientos, en su conjunto por medio de comentarios efectuados al arteterapeuta sobre el trabajo realizado o bien por el significado en sí de la propia obra sin mediar palabras.
El método que se utiliza habitualmente es el no directivo, para que el paciente pueda expresarse libremente y así los temas que se trabajan estén dirigidos por las necesidades particulares de cada individuo o grupo.
La arteterapia proporciona en personas afectados por Parkinson una herramienta para reducir la ansiedad hacia la enfermedad y una vía de adaptación a los cambios que supone la vejez, con el objetivo de que se sigan sintiendo autónomas, plenas y consigan vivir con la conciencia de su situación angustiante acompañada por una mayor serenidad.
Objetivos de Arteterapia con personas afectadas por Parkinson:
- Desarrollar la creatividad, la espontaneidad y los potenciales de cada persona, con la meta de recuperar el valor de su individualidad.
- Explorar sus capacidades en el proceso creativo para favorecer la buena adaptación a las limitaciones de movimiento que provoca la enfermedad.
- Potenciar funciones cognitivas fundamentales como: atención, memoria, funciones ejecutivas y coordinación, que frecuentemente están afectadas por la enfermedad.
- Proporcionar un lugar para recuperar su libertad en la toma de decisiones, experimentar y probar ideas en el proceso creativo, aumentando así su capacidad de autogestión.
- Estimular la relajación y la búsqueda de armonía.
- Suministrar un espacio seguro y agradable donde se puede expresar y compartir temas que suelen ser difíciles de articular y de afrontar (el dolor, las perdidas, la muerte, la dependencia) y favorecer la elaboración y la aceptación de ello.
- Favorecer una mejoría en la comunicación del paciente consigo mismo, y con los demás, mediante el proceso creativo y la participación e implicación en el proceso terapéutico de grupo o individual.
En resumen, la Arteterapia es una contribución a la mejora de la salud, dirigiendo la mente a diferentes niveles donde prevalece el modo visual sobre el lógico, y conecta a la persona con su creatividad, lo cual es muy importante para alguien que tiene que adaptarse a ciertas limitaciones y una nueva situación debido a una enfermedad como el Parkinson.
La realización de este proceso terapéutico, puede llegar a suponer una vía de acceso a la expresión y exploración favorable de los sentimientos difíciles de articular que permitirá el camino hacia el bienestar emocional.
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Autora:
Sally Schofield, MA Arteterapia UB y Presidenta Asociación Profesional de Arteterapia, ATe
Artículo publicado en Catparkinson, Revista de la Associació Catalana per al Parkinson, Enero-Marzo 2007, Nº3
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